Librería Rexachs

Pedro Rexachs Torres llegó a Canarias procedente de Barcelona con el principio de siglo, el año de 1900. Contrajo matrimonio con la canaria Doña Rosario Miranda Martín, con la que tuvo seis hijos. Abrió un comercio de fabricación de sellos de caucho en la calle Clavel de Las Palmas de Gran Canaria, en el área neurálgica en cuanto a comercio se refiere en aquel entonces, la calle Mayor de Triana. El negocio prosperó rápidamente por ser un servicio muy demandado en la época; todas las cajas de la flota pesquera japonesa, por ejemplo, se rotulaban con estos sellos, ya que no existían las etiquetas de plástico.

José, el tercero de sus hijos, comenzó a regentar el quiosco de las flores del parque San Telmo y el Bazar Los Espejos de la calle Triana. Su padre acabó arruinándose y en 1954 decidió adquirir la librería El Siglo, que Domingo Sánchez Talavera había abierto en 1934. En recuerdo al bazar puso tres espejos en la fachada que, junto al reloj de la Relojería de Juan Pflüeger, el águila de la Sombrerería Ezquerra y la campana de la Peletería La Campana, llegaron a convertirse en iconos de la principal arteria de la ciudad. Don José contrajo nupcias con Dña. Francisca del Rosario Díaz, con la que tuvo cinco hijos: Pedro, José, Isidro, Dolores y Rosario.

Primer negocio de la familia Rexachs, en un sótano de la calle Clavel
Anuncios de prensa en La Provincia, año 1944.

José Rexachs fue también creador y fundador de la Feria del Libro de la ciudad y promotor de la iluminación de Triana. Fue en 1971, al caer enfermo, cuando su hijo José tomó las riendas del establecimiento, lo que le obligó a dejar sus estudios de abogado y técnico de empresa, que luego retomó en la UNED. La librería Rexachs ha visto pasar varias generaciones por su mostrador. Cuenta Don José, nieto de D. Pedro, que hay personas cuyas partidas de nacimiento y defunción se imprimieron ahí. Más de 25 personas llegaron a estar empleadas en la librería, que llegó a abrir cuatro establecimientos más en las calles Juan Rejón, La Naval, General Vives y Constantino. La central estaba en Triana 81, cuya tienda era librería, papelería e imprenta. “Antes de que llegasen las grandes empresas de impresión y la era digital, imprimíamos periódicos, carteles de toros y hasta los menús ilustrados de los eventos organizados por el Cabildo y que después coloreaba a mano Santiago Santana. También editamos libros de Néstor Álamo, como La Perejila, y promocionamos la isla antes de que llegara el turismo, a través del papel para envolver los productos de la tienda, con frases como Gran Canaria, continente en miniatura o Invernar en Gran Canaria es una delicia, entre otras. Asimismo, mi padre contrató a un fotógrafo barcelonés que hizo fotos aéreas del Archipiélago con las que más tarde se editaron postales y hasta un libro», cuenta Don José, que llegó a ser presidente de la Federación de Libreros de Las Palmas de Gran Canaria y presidente de la Zona Comercial de Triana.

La librería en la calle Triana de los años 60. Fotografía del archivo de la FEDAC

El 28 de febrero de 2016 la Librería Rexachs cerró sus puertas, como consecuencia de la modificación de la llamada ley de renta antigua, que provocó un alza de los precios de alquiler tan grande, que sólo las grandes empresas multinacionales pudieron abordarla. Con la librería se fue parte de la historia de la ciudad.


También hubo una Librería Rexachs en Tenerife. Don José María Celis Barzallana fue socio de don José Rexachs Miranda, propietario de la Librería de Las Palmas de GC. José aportó el nombre comercial y realizó la inversión inicial y José María cedió sus derechos sobre su local y aportó el trabajo, poniendo al frente del negocio a su hijo Juan. Posteriormente, fallecidos los socios fundadores, los respectivos descendientes llegaron a un acuerdo amistoso por el cual los Celis adquirieron la parte del negocio de los Rexachs, pasando a llamarse Librería La Isla, que cerró definitivamente en 2019.

Rescate

En Marzo de 2021, Insula Signa contactó con Don José Rexachs para la propuesta de recuperación de lo que quedaba del rótulo de la librería en la sucursal de la zona del Puerto, en la calle General Vives. Instalado hacia los años 80, había perdido las letras que formaban las palabras LIBRERÍA y PAPELERÍA, pero todavía conservaba su característico logotipo. No hizo falta convencerle. Don José, consciente del valor del patrimonio gráfico de nuestra ciudad y apreciando las acciones de nuestra asociación para su puesta en valor, se mostró colaborador desde el primer momento.

Rescate del rótulo de la calle General Vives bajo la atenta mirada de Don José, que quizás disimuló alguna lágrima.
Arriba, aspecto del rótulo de la calle General Vives en 2008. Abajo, estado en 2021, antes de ser rescatado.

No resultó fácil desmontar lo que quedaba del viejo rótulo, afortunadamente contamos con la inestimable colaboración y medios de la empresa Patrimonia Consulting, colaboradora de la Asociación, con experiencia en este tipo de actuaciones. Tras retirar el rótulo, Don José nos ofreció hacernos cargo también del famoso rótulo de la calle Triana, que había desmontado hacía seis meses y se había negado a deshacerse de él, en contra de la opinión de sus allegados. Sin saberlo, parecía que hubiera estado esperando por nosotros.

La recuperación de los rótulos de Rexachs supone un hito en la corta vida de Insula Signa. Su valor cultural e histórico es innegable y esperamos que suponga un efecto llamada para otros rótulos que parecen destinados a desaparecer. Agradecemos a Don José su sensibilidad, disposición y colaboración y contamos con su amplia experiencia y sabiduría para que nos desvele historias y anécdotas en torno a los comercios de Triana que compartiremos con todos ustedes para que no caigan en el olvido. Esperamos que pronto ambas joyas puedan ser exhibidas como merecen, por lo que representan, en un lugar adecuado.

Los míticos rótulos de Rexachs, esperando a ser limpiados y reparados en nuestro taller.

Fuentes: Rexachs cierra por no poder afrontar un nuevo alquiler de 25.000 euros al mes. Amparo R. Montero. La Provincia, diciembre 2015.

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